- El aumento de un 27% en el TCO entre 2020 y 2025 es más una consecuencia de la inflación macroeconómica que del proceso de electrificación de las flotas.
- La diferencia del TCO entre los vehículos eléctricos y de combustión se está reduciendo. En varios países europeos los eléctricos ya resultan más competitivos que los de combustión en el coste total del ciclo de vida.
- El TCO emerge como un elemento central en la planificación estratégica de flotas. Al integrar consideraciones financieras, operativas y tecnológicas, permite equilibrar el control de costes a corto plazo con objetivos a largo plazo como la electrificación y el cumplimiento normativo.
El Arval Mobility Observatory ha lanzado su nuevo libro blanco “La visión global del coste total de propiedad (TCO). Perspectivas para 2025 y oportunidades estratégicas para su gestión.”. El informe explora la evolución del papel del Coste Total de Propiedad (TCO) en las flotas, que ha aumentado un 27% desde 2020, más como consecuencia de la inflación sobre todos sus componentes (precios de los vehículos, costes energéticos, de mantenimiento y de financiación), que por la electrificación de las flotas.
Este libro blanco también ofrece una comparación del TCO entre diferentes tipos de motorización en los segmentos C y D de turismos, proporcionando información valiosa para los gestores de flotas que cada vez evalúan más las implicaciones de coste entre vehículos eléctricos (BEV) y de combustión interna (ICE).
Un enfoque proactivo y basado en datos permite mantener los avances en electrificación y sostenibilidad, garantizando al mismo tiempo la eficiencia financiera. El informe identifica cinco estrategias clave para contener el TCO sin comprometer los objetivos estratégicos, desde la selección y el dimensionamiento adecuados de los vehículos hasta la exploración de modelos de movilidad alternativos.
Para Omar Sánchez, responsable del Arval Mobility Observatory España, “en el panorama actual, que se transforma con rapidez, el TCO proporciona una visión integral de los costes, que permite a los responsables de flotas tomar decisiones estratégicas y alinear las decisiones operativas con los objetivos a largo plazo. Con este libro blanco, compartimos conocimientos que ayudan a transformar la complejidad en oportunidad”.
2020 a 2025: comparación de dos escenarios
Este libro blanco ofrece una comprensión detallada de las dinámicas detrás de la evolución de los costes de flota durante el período 2020–2025, presentando una simulación de dos escenarios: el primero, sin electrificación (flota 100% de vehículos de combustión), y el segundo con una electrificación gradual del 0% de vehículos eléctricos en 2020 al 50% en 2025. Estos escenarios reflejan un aumento de los costes de la flota del 8% con pura combustión, frente al aumento del 5% con la adopción gradual de vehículos eléctricos. Las empresas que comenzaron temprano a electrificar sus flotas tuvieron un TCO mucho más bajo en los últimos cinco años que las que no lo hicieron.
La diferencia del TCO entre los vehículos eléctricos y de combustión se está reduciendo. En varios países europeos, los eléctricos ya resultan más competitivos que los de combustión en el coste total del ciclo de vida. Se espera que el TCO de los vehículos eléctricos sea aún más favorable a medida que la tecnología madure y mejoren los valores residuales. A pesar de los mayores costes iniciales, el desglose del TCO muestra que los eléctricos se benefician de menores gastos de energía, mantenimiento e impuestos, que los convierten una opción más rentable y sostenible a lo largo del tiempo.
Las causas del aumento del TCO
El análisis de estos escenarios respalda la conclusión de que las principales causas del aumento del TCO están relacionadas con el precio de catálogo del vehículo, el tipo de interés, así como el precio de la energía, tanto del combustible como de la electricidad.
Los precios de los vehículos nuevos han aumentado un 19% en promedio debido la inflación global, la mayor penetración de los SUV, la integración generalizada de características avanzadas de seguridad y tecnología, y la introducción de nuevas normas más estrictas en toda Europa, que ha influido directamente en la combinación de sistemas de propulsión. Para cumplir con los objetivos de CO₂ y evitar sanciones regulatorias, los fabricantes han cambiado la producción hacia eléctricos e híbridos enchufables y han reducido la cantidad de modelos de combustión asequibles.
Los costes de combustible pueden constituir hasta el 30% del TCO del vehículo para los motores de combustión interna. En los últimos años, los precios de la energía se han visto afectados por la crisis global de suministros y las tensiones geopolíticas, provocando importantes fluctuaciones en los precios de los combustibles, lo que ha llevado a un aumento medio del 32% entre 2020 y 2025. El precio de la electricidad también ha aumentado significativamente en muchos países. En la UE, se ha dado un alza media del 80% para los consumidores no domésticos y de un 70% para los usuarios domésticos entre 2020 y 2024.
Los costes de mantenimiento también han aumentado; un 2 % de media entre 2020 y 2025 debido a la inflación de los costes laborales, los cuellos de botella en la cadena de suministro de piezas de repuesto y la creciente complejidad de los vehículos más nuevos.
Por último, las subidas de tipo de interés han hecho subir el arrendamiento, especialmente para los contratos a largo plazo firmados después de 2022, con un aumento medio de un 35% de los tipos de interés medios de 2022 a 2025.
Recuperando el control del TCO
Un enfoque proactivo y basado en datos permite mantener los avances en electrificación y sostenibilidad, garantizando al mismo tiempo la eficiencia financiera. En este sentido, el informe identifica cinco estrategias clave para contener el TCO sin comprometer los objetivos estratégicos:
- Selección y dimensionamiento adecuados del vehículo: Elegir el vehículo adecuado para cada perfil de conductor y caso de uso es fundamental. Se pueden lograr ahorros significativos seleccionando la segmentación correcta del vehículo.
- Optimización de contratos: Adaptar los contratos de arrendamiento, tanto en términos de duración como de kilometraje puede reducir los costes mensuales. Los arrendamientos de 60 meses o más tienden a disminuir el TCO en comparación con los de 36 meses. El ampliar la duración del arrendamiento contractual de 36 a 60 meses puede ser especialmente beneficioso para los eléctricos.
- Impacto del conductor y fomento de la conducción eficiente: El comportamiento del conductor tiene un impacto en el 60% de los componentes del TCO y, por lo tanto, juega un papel esencial en la optimización general. La implementación de programas de formación sobre conducción ecológica y el seguimiento de hábitos de conducción pueden reducir el consumo de energía y los costes de mantenimiento.
- Estrategia de recarga: Una estrategia de electrificación bien planificada es además de sostenible, rentable. La introducción gradual de vehículos PHEV y BEV debe acompañarse de una estrategia de carga adaptada, tanto en el lugar de trabajo, como en los domicilios y los espacios públicos.
- Explorar modelos de movilidad alternativos: Las empresas también pueden probar modelos alternativos como presupuestos de movilidad para sus empleados o planes de renting flexible. Las soluciones de movilidad compartida, el uso de transporte público o la combinación de distintos modos de transporte pueden contribuir a reducir la huella de carbono y el coste total de movilidad.


