- El logo de Citroën nació inspirado en los engranajes en forma de espiga que André Citroën descubrió en molinos polacos y que adaptó a la producción industrial por su funcionamiento suave y silencioso. Una solución sencilla que sigue dejando huella en la filosofía de la Marca.
- Desde el cisne añadido en 1932 como emblema de confort y seguridad, hasta los chevrones blancos sobre fondo rojo en 1985 o los diseños metálicos y esquemáticos del siglo XXI, el logo ha reflejado la innovación y el espíritu de la marca a través de las décadas.
- En 2022, Citroën presentó un nuevo logo que fusiona la estética original con un diseño moderno. Todo un guiño a sus raíces y al espíritu innovador de André Citroën mientras mira hacia el futuro.
La historia del logo de Citroën es un viaje a través del tiempo que refleja la innovación y el compromiso de la Marca con la excelencia técnica y el diseño durante más de un siglo. Todo comenzó en 1900, cuando André Citroën se inspiró en los engranajes en forma de espiga que observó en los molinos de Polonia. El joven ingeniero francés supo ver sus ventajas para todo tipo de aplicaciones industriales, al asegurar un funcionamiento suave y silencioso y una mayor durabilidad. Compró la patente y, en 1913, empezó a fabricarlos en acero en el Quai de Grenelle de París. Nacía la Compagnie des Engrenages Citroën, su primera aventura empresarial, que le daría experiencia y pericia técnica para metas más ambiciosas, como la fundación de su propia firma de automóviles en 1919.
Los primeros automóviles de la marca, como el pionero Tipo A, ya exhibían el Doble Chevrón en la parte superior de su radiador. Además, el símbolo, coloreado en amarillo sobre un óvalo azul, se hizo omnipresente en Francia y en otros países europeos por las iniciativas publicitarias del siempre inquieto André Citroën, entre ellas las primeras señales de tráfico o los primeros talleres oficiales. Las dos espigas también dieron el salto a la calandra de sus automóviles con el Rosalie, en una seña de identidad que seguiría en el Traction Avant hasta bien entrados los años 50.
En 1932, con la introducción del motor flotante, Citroën añadió, hasta 1935, un cisne al doble chevrón. Obra del prolífico director artístico Pierre Louys, simbolizaba el confort y la seguridad que la marca buscaba ofrecer a sus clientes. Esta innovación consistía en la aplicación de topes elásticos entre el motor y el chasis. Una solución que se sigue utilizando en la actualidad y que amortigua las vibraciones del motor, ofreciendo más estabilidad y comodidad. Este diseño marcó un hito en la historia de la marca, reforzando su reputación como un fabricante ingenioso y técnicamente avanzado.
Con el nacimiento del Grupo PSA, se tomaron decisiones radicales en materia de identidad de marca. En 1985, los chevrones no desaparecieron, pero se tiñeron de blanco y se enmarcaron en un cuadrado rojo que, por primera vez, se convirtió en el color corporativo de Citroën. El mítico Rojo Aden pasó a la historia por los éxitos de Loeb y los Xsara y C4 WRC rojos en el Mundial de Rallies, que ocurrieron durante los años de vigencia de este logo.
En 2022, Citroën dio un paso más en su evolución al presentar un nuevo logo que retoma la estética original de los chevrones, pero con un aire contemporáneo. Este diseño no solo honra la rica historia de la marca, sino que también mira hacia el futuro, simbolizando la innovación constante y el compromiso de Citroën con la movilidad sostenible y el diseño vanguardista.
El logo de Citroën no es solo un símbolo, es una narrativa de más de un siglo de innovación, diseño y pasión por el automóvil. Con cada evolución, la marca ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder de vista sus raíces, consolidándose como un referente en el mundo del automóvil.