- Un nuevo estudio de Ford revela que un 21% de los españoles se enfadaría en silencio si un invitado le pidiera recargar su vehículo eléctrico en su casa
- La "solicitud de recarga" es una nueva fuente de vergüenza navideña, y los españoles ahora encuentran más embarazoso pedir a sus suegros permiso para recargar su vehículo eléctrico que pedir la contraseña del Wi-Fi (18%) o incluso que preguntar cómo tirar de la cadena del inodoro (30%)
- Y para los anfitriones que se preguntan por qué su invitado ha desaparecido, la encuesta señala que más de la mitad de los conductores de vehículos eléctricos (53%) fingiría que tiene que recargar su coche con urgencia para escapar del frenesí familiar
Esta Navidad, los hogares españoles pueden tener una nueva fuente de conflictos. Según un nuevo estudio llevado a cabo por Ford, la "solicitud de recarga" de vehículos eléctricos es un dilema para todos los implicados: mientras que más de uno de cada cinco anfitriones (21%) se sentiría secretamente molesto por la petición, el 53% de los conductores de vehículos eléctricos en España considerarían fingir una "emergencia de recarga" para escapar del ajetreo familiar.
Este nuevo estudio de Ford pone al descubierto lo que los españoles sienten al recibir en su hogar a conductores de vehículos eléctricos, y los resultados muestran una mezcla de buena voluntad y de resentimiento silencioso. Así, y aunque la temporada de ser generosos está en pleno apogeo para algunos, no todos ven con los mismos ojos la perspectiva de que un invitado les pida poder recargar su vehículo eléctrico. Más de uno de cada cinco españoles (21%) admitió que se sentiría molesto si alguien le pidiera enchufar su vehículo eléctrico a la red eléctrica de su casa.
El estudio sugiere que este nuevo dilema social es bidireccional. El 32% de los usuarios españoles de vehículos eléctricos considera que pedir recargar su coche es más incómodo que pedir la contraseña del Wi-Fi (18%) o incluso que preguntar cómo tirar de la cadena del inodoro (30%). Un dato: para el 17% de los conductores españoles, pedir a los suegros que carguen su coche es más embarazoso que admitir que han atascado el inodoro.
Para los anfitriones que se preguntan por qué su invitado ha desaparecido, la encuesta también encontró un nuevo motivo para esa “escapada festiva”. Más de la mitad de los conductores españoles de vehículos eléctricos (53%) admite que consideraría fingir que necesita recargar urgentemente su vehículo solo para tomarse un respiro de sus familiares.
Entonces, ¿cuál es el secreto para conseguir una recarga sin causar problemas? La encuesta revela que la forma de agradecer a un anfitrión más aceptada socialmente en España es ofrecerle un favor similar en el futuro (39%). Además, el 43% de los conductores españoles de vehículos eléctricos se asegurarían de llegar con la batería completamente cargada para no
tener que usar el cargador de sus amigos o familiares, incluso si se les ofreciera una carga gratuita. Por otro lado, el 41% de los anfitriones españoles estaría más dispuesto a proporcionar carga gratuita si el invitado lo pidiera "educadamente", lo que demuestra que las maneras y el protocolo son clave.
De acuerdo a María José González y Verdú, experta en protocolo y etiqueta: "Este estudio pone de manifiesto algo muy interesante desde el punto de vista del protocolo: muchas de las tensiones actuales no surgen por mala intención, sino por la falta de normas claras en situaciones nuevas. La recarga de un coche eléctrico en casa ajena no es solo una cuestión práctica, sino simbólica, porque implica entrar en el espacio privado y en los recursos del otro. En contextos tan sensibles como la Navidad, donde la convivencia ya está cargada de expectativas, cualquier petición de este tipo necesita especial tacto para no generar incomodidades silenciosas", comenta González y Verdú. “El protocolo no trata de imponer reglas rígidas, sino de ofrecer herramientas que ayuden a convivir mejor. La petición de recargar un vehículo eléctrico es un ejemplo muy claro de cómo las nuevas realidades tecnológicas avanzan más rápido que nuestras normas sociales. Aprender a ofrecerlo como anfitrión o a pedirlo como invitado con educación es clave para evitar malentendidos y preservar la armonía familiar”, prosigue la experta. “Hace unos años el dilema era pedir la contraseña del Wi-Fi; hoy, el enchufe se ha convertido en un nuevo elemento de etiqueta doméstica. Lo que demuestra este estudio es que, aunque cambien los objetos, las reglas de la buena educación siguen siendo las mismas: no dar nada por supuesto, pedir con respeto y agradecer siempre. El protocolo se adapta a los tiempos, pero su esencia permanece intacta”.
Ford está comprometido a ayudar a los conductores a sentirse más seguros con sus vehículos eléctricos y facilitar su implantación gracias a soluciones como Ford Power Promise.
* Encuesta de Censuswide a 532 conductores de vehículos eléctricos en Europa, del 1 al 5 de diciembre de 2025.