EL ARTE DE CONDUCIR EN INVIERNO

Escrito el 16/12/2025
Miguel R. García

La preparación nunca es más importante que en invierno. Y una buena preparación empieza con un coche equipado con las herramientas adecuadas: ante todo, neumáticos de invierno con una banda de rodadura resistente. La elección correcta depende de dónde y cómo conduzca: desde inviernos urbanos suaves hasta puertos alpinos o las carreteras heladas del extremo norte.

En Europa, existen tres categorías principales:

Neumáticos para todas las estaciones: Una opción cada vez más popular. Llevan el símbolo del copo de nieve y son legales en invierno. En regiones con inviernos suaves y condiciones climáticas cambiantes, pueden ser una opción práctica y segura. Los neumáticos modernos para todas las estaciones suelen tener un buen rendimiento en carreteras mojadas y frías, y ofrecen comodidad durante todo el año a conductores con un kilometraje moderado.
Neumáticos de invierno alpinos: El estándar en la mayor parte de Europa Central. Su compuesto de caucho más duro se mantiene estable incluso a temperaturas superiores a cero, mientras que sus profundos surcos eliminan el agua y la nieve. Ofrecen una seguridad equilibrada en carreteras secas, mojadas y nevadas.

Neumáticos de invierno nórdicos: Diseñados para climas más duros en Escandinavia y partes de Europa del Este. Su compuesto muy suave y sus laminillas densas se adhieren firmemente a la nieve y al hielo, incluso a -20 grados. Ofrecen máxima seguridad en carreteras congeladas, pero se desgastan rápidamente y pueden resultar menos precisos en asfalto mojado o seco

Con nieve más profunda o cuando los puertos de montaña se hielan, las cadenas para nieve siguen siendo importantes. Mejoran la tracción cuando los neumáticos alcanzan su límite. En países como Austria, Italia o Suiza, llevar cadenas es obligatorio en ciertas regiones o bajo condiciones climáticas específicas.

La visibilidad es otro factor de preparación que a menudo se subestima. Limpiar todas las ventanas antes de salir, así como la nieve del techo, es tan importante como vigilar atentamente la carretera. Igualmente importante es ser visto por los demás. Los faros, las luces de freno y los intermitentes también deben estar limpios de nieve y hielo para que todas las señales lleguen a los demás conductores sin obstrucciones.

CONDUCIR CON PRECISIÓN Y CALMA
Una vez en marcha, el invierno exige una conducción más suave, la disposición a reducir la velocidad y dejar espacio entre los vehículos. Conducir y frenar con calma y previsión ayuda a evitar cambios repentinos de peso que pueden desestabilizar el vehículo sobre nieve o hielo, y subraya la importancia de distancias de frenado más largas.

Un pulso firme, previsión y una velocidad adecuada son factores clave para dominar las condiciones de conducción más exigentes. Cuando se combinan con el apoyo de las tecnologías de los vehículos modernos, estos hábitos transforman la conducción invernal en una experiencia segura y controlada.

La tracción total, como la Mazda i-Activ AWD, ofrece mayor estabilidad y tracción. El sistema monitoriza constantemente el agarre y el equilibrio y distribuye la potencia a cada rueda según sea necesario, ayudando al coche a mantener la estabilidad cuando las superficies se vuelven resbaladizas. Sistemas como el Control Dinámico de Estabilidad, la Distribución Electrónica de la Fuerza de Frenado y el Control G-Vectoring ofrecen asistencia adicional, estabilizando el coche en las curvas, equilibrando las fuerzas de frenado o suavizando las acciones de la dirección.

Estas funciones asisten al conductor sin ser intrusivas, proporcionando la estabilidad necesaria para afrontar las carreteras invernales.

COMODIDAD Y CLARIDAD IMPULSAN LA SEGURIDAD
Incluso con la mejor tecnología, la concentración sigue siendo uno de los recursos más valiosos al conducir en invierno. Para un conductor, tiritar de frío o tener que forcejear para encontrar los controles resulta distraído e inseguro. Por lo tanto, la comodidad no es un lujo, sino algo que fomenta la concentración. Las cabinas Mazda están diseñadas para ello. Los asientos y el volante calefactados, junto con el control de climatización de acción rápida, crean un ambiente cálido que permite que el cuerpo se relaje y la mente se mantenga concentrada. Una ergonomía clara garantiza que cada función esté al alcance de la mano.

El diseño en sí es igualmente importante. Las distracciones deben minimizarse, por lo que los interiores de Mazda siguen el principio japonés de Ma: el uso y la armonía del espacio abierto. Las superficies son limpias, las transiciones fluidas y los controles están ubicados donde la intuición los espera. El resultado es un entorno donde los conductores se sienten cómodos, sin confusiones.

En resumen: Con la preparación adecuada y una conducción atenta, junto con la comodidad y un soporte tecnológico fiable, conducir sobre nieve y hielo se convierte en una experiencia segura.



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