España avanza en electromovilidad, pero enfrenta retos críticos para acelerar el ritmo
El 2024 cerró con un incremento significativo en el despliegue de infraestructura de recarga para vehículos eléctricos en España, pero los datos revelan un estancamiento en las ventas de vehículos electrificados y una preocupante falta de operatividad de muchos puntos instalados. El último Barómetro de la Electromovilidad de ANFAC destaca avances en la infraestructura, aunque subraya la necesidad de redoblar esfuerzos para cumplir con los objetivos europeos de descarbonización.
Incremento en puntos de recarga: un avance desigual
Durante 2024, España logró un crecimiento del 32% en puntos de recarga de acceso público, con 9.425 nuevos puntos instalados. Esto sitúa el total operativo en 38.275, un avance significativo que consolida una infraestructura básica para la movilidad eléctrica. Sin embargo, 11.446 puntos instalados permanecen inactivos debido a problemas burocráticos y técnicos, lo que representa un 22,8% del total.
Si estos puntos estuvieran operativos, el país alcanzaría una red de 50.171 puntos, superando el objetivo fijado para 2023 y acercándose al umbral de 64.000 para 2024. ANFAC destaca la urgencia de activar estos recursos y mejorar la señalización en las carreteras, un aspecto donde España queda rezagada respecto a otros países como Francia y Portugal.
Ventas estancadas y brecha con Europa
En cuanto a la penetración de vehículos electrificados, el panorama es más sombrío. En 2024 se vendieron 115.935 nuevos turismos electrificados, apenas un 1,9% más que en 2023. Esto equivale a un 11,4% de cuota de mercado, muy lejos del objetivo de 280.000 unidades necesarias para cumplir con las metas del Fit for 55. A nivel europeo, España sigue siendo uno de los países con menor adopción de vehículos eléctricos, solo por delante de Hungría, Italia y República Checa.
El indicador global de electromovilidad en España alcanzó los 15,5 puntos sobre 100, un aumento de 1,7 puntos respecto al año anterior, pero aún muy por debajo de la media europea de 29 puntos. La lentitud en las ventas, un problema agravado por la retirada de ayudas en algunos países como Alemania, ha frenado el crecimiento global en Europa, aunque naciones como Portugal y Países Bajos han experimentado avances significativos gracias a incentivos directos.
Evolución regional: contrastes en el territorio
Madrid lidera el indicador de electromovilidad en España con 35,3 puntos, seguido de Navarra (28,1) y Cataluña (23,8). Sin embargo, algunas regiones como Baleares, Aragón y La Rioja experimentaron retrocesos en 2024, lo que evidencia disparidades en el desarrollo de la movilidad eléctrica a nivel nacional.
En términos de infraestructura de recarga, Castilla y León (15,2), Navarra (13,5) y Cantabria (13,3) se posicionan como líderes regionales, mientras que Ceuta y Melilla presentan el peor desempeño, con un estancamiento en 1,6 puntos.
Puntos de recarga ultrarrápida: avances y desafíos
Un área destacable es el aumento en puntos de recarga ultrarrápida, de más de 150 kW, que se duplicaron en 2024, alcanzando los 3.255. Esto representa el 8,4% de la infraestructura total, un paso crucial para reducir los tiempos de carga y fomentar el uso de vehículos eléctricos en trayectos largos y transporte pesado.
No obstante, el 71% de los puntos de recarga instalados son de baja potencia (22 kW o menos), lo que limita su utilidad para muchos usuarios y contradice los objetivos de ANFAC, que apuntaban a reducir esta proporción al 49% para 2024.
El reto de la competitividad industrial
José López-Tafall, director general de ANFAC, enfatizó que España está en una "carrera europea" por la electromovilidad y debe acelerar el ritmo para mantener la competitividad de su industria automotriz. Propuso un plan de choque que incluya la activación de puntos inoperativos, mejoras en señalización y medidas estratégicas a largo plazo para impulsar tanto la demanda como la infraestructura eléctrica.
“Las cifras son positivas, pero no suficientes. Estamos lejos de los objetivos de 2025 y necesitamos medidas inmediatas y sostenidas para garantizar un futuro competitivo y sostenible para nuestra industria”, afirmó López-Tafall.
Conclusión: una carrera contrarreloj
España muestra avances alentadores en la instalación de infraestructura de recarga, pero enfrenta retos significativos para consolidar la movilidad eléctrica como una opción competitiva y accesible. La activación de puntos inoperativos, un mayor impulso en las ventas y una infraestructura equilibrada entre cantidad y calidad serán claves para lograr los ambiciosos objetivos europeos de descarbonización.