El Bosque del Santander, en Boadilla del Monte, reunió a más 1.200 vehículos y 150 motos en una jornada inolvidable para la cultura automovilística
Autopía 2025 volvió a demostrar este sábado que es mucho más que un evento de motor: es una auténtica celebración de la cultura automovilística con alma. Casi 10.000 personas se dieron cita en el Bosque del Santander (Boadilla del Monte) para disfrutar de una jornada única entre 1.200 coches y 150 motos de todas las épocas, en un entorno natural y con una energía inmejorable.
Desde primera hora, familias, aficionados, coleccionistas y curiosos llenaron las 17 hectáreas del recinto, recorriendo exposiciones de clásicos legendarios, superdeportivos de ensueño, joyas japonesas, furgonetas y campers, y motos históricas. Cada vehículo contaba una historia única que los visitantes podían conocer de manos de sus propios dueños.
En esta cuarta edición, celebró el 75 aniversario de la presencia española en la Fórmula 1 con la presencia de dos auténticas leyendas de la categoría: el Hesketh de James Hunt y el Minardi de Adrián Campos.
Entre otras actividades destacadas, el público disfrutó del Museo Manu Campa. El artista madrileño ejerció además de jurado del concurso de diseño infantil de dibujo. Entre las presentaciones más destacadas del día, la del BMW M4 GT4 Evo, que se mostró en exclusiva en el evento o la presencia, junto al Lago, de todas las versiones de Ferrari V8. El público pudo participar en infinidad de sorteos y promociones, como la que organizaba Castrol gracias a la cual una afortunada pareja podrá disfrutar de MotoGP, la de Michelin, que sorteó un juego de neumáticos, o la de Renault, con el préstamo del nuevo R5. La marca francesa, además, mostró por primera vez en nuestro país y en exclusiva, una unidad del R4 E-Tech Eléctrico, un icono reinventado y electrificado.
La gastronomía, la música en vivo y el ambiente “dog friendly” completaron una jornada diseñada para que el amor por el motor se compartiera en familia y en comunidad.
Autopía 2025 ha vuelto a demostrar que el motor, cuando se vive con pasión, se convierte en cultura, en arte y en convivencia.