CUPRA TRASLADA SU EXPERIENCIA EN COCHES ELÉCTRICOS DE COMPETICIÓN A LOS MODELOS DE CALLE
CUPRA entrará en una nueva era durante los próximos años con el lanzamiento de tres nuevos vehículos electrificados, que llegarán a los concesionarios de aquí a 2025. Al igual que sucede con los CUPRA Ateca, Formentor, León y Born; los futuros CUPRA Terramar, Tavascan y UrbanRebel recogerán toda la experiencia en competición de la marca.
La apuesta de CUPRA por la competición eléctrica comenzó en 2017, cuando desarrolló el primer turismo de competición totalmente eléctrico. De este proyecto surgió el CUPRA e-Racer, que en 2021 conquistó el primer campeonato de turismos eléctricos del mundo: PURE ETCR (ahora FIA ETCR).
CUPRA ha ido más allá y también se ha lanzado a participar en el Extreme E, un campeonato creado en torno a tres valores principales –electrificación, sostenibilidad e igualdad–, y que se disputa en diferentes pruebas de los lugares más remotos del planeta. CUPRA fue la primera marca automovilística en involucrarse en este certamen, lo que reafirmó su apuesta por la electrificación.
Estos años de trabajo de investigación y desarrollo, y de participación en competiciones de muy alto nivel, ha permitido a CUPRA recoger una válida experiencia que luego emplea en el desarrollo de sus futuros modelos de calle. Hay numerosas áreas en las que se puede aplicar el conocimiento adquirido en los circuitos del FIA ETCR, o en los desiertos y parajes del Extreme E, desde la entrega de potencia y en la gestión de las baterías en condiciones extremas, al dinamismo del chasis, pasando por sistemas de recarga o de cálculo de durabilidad de componentes. En realidad, esa es una parte fundamental del ADN de una marca indisolublemente asociada a las carreras; y eso se siente con claridad al ponerse al volante de un CUPRA.
1. La creación desde cero del primer turismo eléctrico de competición
El primer coche eléctrico que desarrolló CUPRA no fue un modelo de calle, sino uno de competición. Cuando comenzó a trabajar en el diseño y creación del e-Racer, en 2017, lo hizo a partir de un folio en blanco. Era el primer turismo de competición eléctrico que se comenzaba a proyectar: no había referencia que seguir, ni ejemplo en el que fijarse. Los ingenieros de la marca tuvieron que decidir todos los aspectos del vehículo, desde su propia arquitectura a la ubicación de las baterías, pasando por buscar el mejor reparto de pesos o los mejores motores.
El CUPRA e-Racer fue presentado en el Salón de Ginebra y debutó ante el público en una exhibición en el Circuit de Barcelona-Catalunya realizada en 2018. Tras un intenso trabajo de desarrollo, en 2021 participó por primera vez en el recién creado campeonato PURE ETCR y se alzó con los títulos de pilotos y de fabricantes.
Muchos de los trabajos de planteamiento, diseño y desarrollo del CUPRA e-Racer pasaron a formar parte de procesos de la marca para el desarrollo de modelos de calle como el CUPRA Born.
2. Comportamiento en condiciones extremas
CUPRA ha podido conocer el comportamiento de sus vehículos de competición eléctricos en lugares tan remotos y diferentes entre sí como Kangerlussuaq (Groenlandia), el Lago Rosa de Senegal, las calles de Copenhague o el Circuito de Vallelunga (Italia).
En todas estas localizaciones se ha puesto a prueba la mecánica de un coche de competición eléctrico de CUPRA, lo que ha permitido obtener un conocimiento muy valioso sobre cómo reacciona su batería y diferentes componentes en distintas condiciones atmosféricas y con la exigencia de la competición. Esos datos se cruzan con los obtenidos por los equipos de desarrollo de los futuros modelos de calle.
3. Uso de pioneros materiales y herramientas
La participación en PURE ETCR y Extreme E también ayuda a CUPRA a investigar para que sus vehículos eléctricos de calle sean más eficientes y sostenibles. Por ejemplo, en el CUPRA Tavascan del campeonato Extreme E se está trabajando con una carrocería fabricada en fibra de lino de bajo impacto ambiental, ya que es un material sostenible y reciclable. Las pruebas efectuadas en la competición evaluarán su viabilidad para trasladarlo a los modelos de producción.
Asimismo, muchas de sus piezas han sido fabricadas con tecnología de impresión en 3D, algo que la marca ya puso a prueba en el pasado en el desarrollo del CUPRA León Competición, y que permite crear nuevos repuestos o nuevas piezas en menor tiempo y utilizando menos recursos.
4. Sistemas de recarga de vehículos más sostenibles
Con el objetivo de reducir al mínimo las emisiones nocivas a la atmósfera, los campeonatos FIA ETCR y Extreme E en los que participa CUPRA utilizan los sistemas de recarga más eficientes y avanzados, alimentados por hidrógeno, para cargar los vehículos de los equipos participantes, entre los que están el e-Racer y el Tavascan XE.
En el campeonato de turismos eléctricos, cada fin de semana se suministran 300 kg de hidrógeno de origen local, almacenado en forma de gas comprimido. Las pilas de combustible ubicadas en la estación de carga del paddock convierten ese hidrógeno en electricidad para recargar los coches, mediante un proceso de reacción que tiene como único ‘residuo’ agua. Con este sistema, las baterías de 65,6 kWh de capacidad del CUPRA e-Racer pueden recargarse de cero al 90% en tan solo una hora y 15 minutos.
El sistema utilizado en el Extreme E es muy similar y permite a los diez coches de la categoría competir entre sí en los lugares más remotos del planeta. El certamen utiliza un generador que viaja en el buque de carga St. Helena alrededor del mundo. El agua sobrante se utiliza, por ejemplo, para la limpieza de los vehículos –evitando así el consumo de agua local– y también se comparte con las comunidades locales.
5. Transferencia directa del piloto de carreras al coche de calle
CUPRA cuenta en sus respectivos equipos con pilotos muy experimentados que aportan un ‘feedback’ clave para sacar el máximo partido del vehículo que pilotan. Ese conocimiento recogido en la pista también llega a la calle gracias a la labor que desarrolla el español Jordi Gené, actual piloto de CUPRA en el FIA ETCR, con una trayectoria de 30 años en motorsport, que también ejerce de piloto de desarrollo de los nuevos vehículos que la marca lanza al mercado. Jordi es el «puente» ideal entre ambos mundos y es capaz de trasladar el feeling de un coche de carreras a un modelo de calle.
Además de Jordi, Mattias Ekström también ha puesto su granito de arena en el desarrollo de nuevos modelos de producción de la marca. Para los ingenieros de CUPRA, la participación de los pilotos oficiales en este tipo de pruebas es muy importante, ya que aportan toda su experiencia y, además, son tremendamente exigentes.